El cierre es una parte importante de cualquier botella. Los cierres no solo son funcionales,
ya que proporcionan el sello necesario para proteger la calidad de su producto, sino que
también son elementos clave de diseño que pueden afectar en gran medida la apariencia
y el estilo de tu botella. Hay muchos tipos de cierres (ROPP y tapones de rosca stelvin,
tapones, tapones, coronas, coronas) y dentro de cada tipo puede haber una gran
variación. Muchos cierres están estandarizados, como el tapón de 33 mm y el tapón ROPP
de 28 mm. Este tipo de cierres se venden básicamente como productos básicos y son una
buena opción para los que se preocupan por los costos. Un cierre de diseño
personalizado, aunque más caro, ayuda a separar la botella y le da un valor agregado.
Al decidir qué cierre usar con su botella, es importante considerar también el método de
evidencia de manipulación (TE). TE es crucial para garantizar que sus botellas no se hayan
abierto o abierto antes de llegar al consumidor final. Algunos cierres tienen incorporado
un sistema TE: la banda de desgarro en la parte inferior de las tapas de rosca de plástico y
aluminio, el botón emergente en las tapas de los tacos. Para aquellos que no lo hacen, hay
varios métodos alternativos de TE, como bandas de papel que se pegan a través del cuello
y el cierre de la botella, cápsulas de plástico o aluminio termocontraíbles, papel de
aluminio a presión o revestimientos de cera. Al igual que los cierres, los sistemas TE
pueden cumplir una doble función como componentes funcionales esenciales y elementos
de diseño que respaldan la marca